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Cuando no sabes qué camino tomar,
cuando te pierdes en los laberintos de tu mente,
cuando el miedo te para,
cuando la tristeza te habita y echa raíces,
cuando la herida se abre,
cuando te sientes sola en medio de nada,
cuando te sientes nada…
escucha a tu Alma.

Cuando quieres echar a volar hacia los cielos infinitos,
cuando los cielos son noches oscuras y eternas…
escucha a tu Alma.

Cuando te crees lo que no eres y
cuando, a pesar de saberlo, te duele, te rompe, te llora…
escucha a tu Alma.

Escucha a tu Alma porqué ella…

Ella ha estado esperando largo tiempo para ser escuchada.
Ella sabe qué necesitas, qué anhelas, qué te llena.
Ella sabe todo de ti.
Ella te acompaña en silencio desde tiempos antiguos
para abrazarte, susurrarte, guiarte en cada paso y darte luz en las noches oscuras,
si tú quieres, sólo si tú quieres.

Deja tu mente, deja lo que debe ser, lo correcto, lo apropiado, lo cortés.
Deja tus creencias, tus miedos, tus máscaras.
Deja el disfraz.
¡Deja de ser y estar sin ti!.
Deja de abandonarte una y otra vez.

Suelta el pensamiento por un momento y siente,
siente en lo más profundo de ti a tu corazón,
el corazón que te lleva de camino a casa, a tu Alma, luz de la gran luz.

Desde este lugar, vacío de lo que crees ser, y lleno de tu ser eterno e infinito,
sabrás discernir entre silencios su Voz.
La escucharás susurrándote, suave y amorosamente, las palabras correctas
para guiarte en este camino vírgen que ahora se abre frente a ti,
camino de vida, camino del Alma.
el Alma que siempre te abraza.

Sigue a tu Alma, ¡sigue a tu Alma!.

 

 

 

 

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